Escribir esta entrada para mí es muy muy difícil. He dejado pasar los días y las semanas para comprobar si supero mi bloqueo y soy capaz de decir algo más que: fue maravilloso, fue extraordinario, fabuloso, estupendo, increíble... y todos los sinónimos que os podáis imaginar. Pero no, ya ha pasado un mes y cuando pienso en ello el bloqueo persiste y las sensaciones son tan intensas que no hay palabras en el diccionario de la real academia española que pueda describirlas.
Por lo tanto, me voy a limitar a hacer una crónica de los hechos, por que de lo contrario, esta entrada iba a resultar de lo más pastelera, jaja.
Estoy hablando del concierto de Bon Jovi en el Estadio Olímpico de Barcelona del 27 de julio. Algunas personas me han dicho que qué suerte tuve al estar tan cerca... bueno, suerte entre comillas porque para estar ahí tuve que comprar una entrada VIP de las que cuestan ciento y pico euros (y que a mi bolsillo no le dolieron lo más mínimo) y luego hacer una cola desde las nueve de la mañana para entrar de los primeros al reservado. Pensé que mi cuerpo no iba a aguantar tanto trajín (que encima hacía un calor sofocante) que una va cumpliendo años y no es lo mismo tener 37 que 17 (edad que tenía cuando fui a mi primer concierto) pero para mi satisfacción, comprobé que estoy en forma y que para ver a Bon Jovi mi cuerpo sigue preparado para aguantar lo que le echen (a ver si dura muchos años más!!).
Llegué a Barcelona el día de antes para encontrarme con mi alma gemela en estos menesteres, mi amiga Salud que llegaba desde Sevilla. Nos conocimos en el año 92, y en el 95 compartimos nuestro primer concierto juntas (luego vinieron otros muchos más). Desde entonces me une a ella un vínculo muy especial, y no hay mejor persona en el mundo con la que compartir esta vivencia. Qué bien nos entendemos entre nosotras y qué locas estamos. Lo pasamos genial, sin hombres, sin acompañantes, solo nosotras dos (y su amiga que se unió al día siguiente) y Bon Jovi... fue como volver a tener quince años ¿a quién no le gusta regresar a esa edad de vez en cuando, aunque sea durante unas horas?
Esa noche, dormir dormimos poco, pero la adrenalina y los nervios se encargan de que una esté como una rosa aunque no haya dormido más que cuatro horas seguidas. A las 9 estabamos en el estadio, nos pusieron nuestro numerito en la mano para guardar nuestro puesto en la cola del reservado, y pudimos relajarnos al comprobar que no teníamos a mucha gente delante. La verdad es que las horas de espera fueron un auténtico plomazo, y lo único que te mantiene en pie es lo que decía antes, la adrenalina. Imaginad, estuvimos en la cola desde las 9 hasta las 6 de la tarde que abrieron las puertas, y todo ello bajo un sol de justicia y un dolor de trasero impresionante, porque si te quieres sentar, o lo haces en el suelo o te llevas una silla de las que se usan en la playa (que alguna vi).
Una vez dentro llega el primer subidón de campeonato: ¡¡Tercera fila (que al cabo de un rato se convirtió en segunda)!! ¡¡Frente al micrófono de Jon Bon Jovi!! ¡¡Y no hay apenas foso!! (foso, para lo que no lo sepan, es la distancia que hay entre el escenario y la valla y que, normalmente, en los estadios suele ser enorrrrrme). El foso no era mayor de dos metros, quizás incluso menos, y claro, yo me ví ahí en la gloria bendita porque ¡¡estaba más cerca que nunca!! (sin contar el concierto en el teatro Pryce de Madrid, de noviembre del año pasado, que al ser un lugar tan pequeño, también estuve cerquísima).
¿Y por qué este concierto, quizás, sea de los más especiales que haya vivido nunca? (y ya llevo unos cuantos a mis espaldas), pues sobre todo por dos razones: por la cercanía y por la duración ¡¡tres horas!! Nunca he estado en un concierto tan largo, 2 horas 45 minutos era el máximo, pero en éste fueron 3 horas justas sin pausa ni descanso, para que luego digan tonterías de la edad... vamos, más en forma y más pletóricos no pueden estar.
El concierto estuvo plagado de momentos memorables, de canciones especiales (todas lo son pero, evidentemente, unas más que otras), de pequeños gestos que se me quedarán grabados de por vida (hubo miradas y algo más, aaayyy, tenía que decirlo o reviento) y de un largo etcétera que de mencionarlo haría interminable este post, y tampoco os quiero aburrir.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, así que, os dejo con unas cuantas fotos del concierto que reflejan fielmente todo lo que os he contado.
Y qué más puedo decir? Que otra vez les doy las gracias como banda, y a Jon Bon Jovi como líder, por hacer que mi vida sea un poquito mejor, porque cada vez que les veo en directo me siento la persona más afortunada del planeta. Gracias!!!!
Gracias también a Salud y a Espe por la inmejorable compañía. Nos vemos en el próximo concierto chicas!!
Por lo tanto, me voy a limitar a hacer una crónica de los hechos, por que de lo contrario, esta entrada iba a resultar de lo más pastelera, jaja.
Estoy hablando del concierto de Bon Jovi en el Estadio Olímpico de Barcelona del 27 de julio. Algunas personas me han dicho que qué suerte tuve al estar tan cerca... bueno, suerte entre comillas porque para estar ahí tuve que comprar una entrada VIP de las que cuestan ciento y pico euros (y que a mi bolsillo no le dolieron lo más mínimo) y luego hacer una cola desde las nueve de la mañana para entrar de los primeros al reservado. Pensé que mi cuerpo no iba a aguantar tanto trajín (que encima hacía un calor sofocante) que una va cumpliendo años y no es lo mismo tener 37 que 17 (edad que tenía cuando fui a mi primer concierto) pero para mi satisfacción, comprobé que estoy en forma y que para ver a Bon Jovi mi cuerpo sigue preparado para aguantar lo que le echen (a ver si dura muchos años más!!).
Llegué a Barcelona el día de antes para encontrarme con mi alma gemela en estos menesteres, mi amiga Salud que llegaba desde Sevilla. Nos conocimos en el año 92, y en el 95 compartimos nuestro primer concierto juntas (luego vinieron otros muchos más). Desde entonces me une a ella un vínculo muy especial, y no hay mejor persona en el mundo con la que compartir esta vivencia. Qué bien nos entendemos entre nosotras y qué locas estamos. Lo pasamos genial, sin hombres, sin acompañantes, solo nosotras dos (y su amiga que se unió al día siguiente) y Bon Jovi... fue como volver a tener quince años ¿a quién no le gusta regresar a esa edad de vez en cuando, aunque sea durante unas horas?
Esa noche, dormir dormimos poco, pero la adrenalina y los nervios se encargan de que una esté como una rosa aunque no haya dormido más que cuatro horas seguidas. A las 9 estabamos en el estadio, nos pusieron nuestro numerito en la mano para guardar nuestro puesto en la cola del reservado, y pudimos relajarnos al comprobar que no teníamos a mucha gente delante. La verdad es que las horas de espera fueron un auténtico plomazo, y lo único que te mantiene en pie es lo que decía antes, la adrenalina. Imaginad, estuvimos en la cola desde las 9 hasta las 6 de la tarde que abrieron las puertas, y todo ello bajo un sol de justicia y un dolor de trasero impresionante, porque si te quieres sentar, o lo haces en el suelo o te llevas una silla de las que se usan en la playa (que alguna vi).
Una vez dentro llega el primer subidón de campeonato: ¡¡Tercera fila (que al cabo de un rato se convirtió en segunda)!! ¡¡Frente al micrófono de Jon Bon Jovi!! ¡¡Y no hay apenas foso!! (foso, para lo que no lo sepan, es la distancia que hay entre el escenario y la valla y que, normalmente, en los estadios suele ser enorrrrrme). El foso no era mayor de dos metros, quizás incluso menos, y claro, yo me ví ahí en la gloria bendita porque ¡¡estaba más cerca que nunca!! (sin contar el concierto en el teatro Pryce de Madrid, de noviembre del año pasado, que al ser un lugar tan pequeño, también estuve cerquísima).
¿Y por qué este concierto, quizás, sea de los más especiales que haya vivido nunca? (y ya llevo unos cuantos a mis espaldas), pues sobre todo por dos razones: por la cercanía y por la duración ¡¡tres horas!! Nunca he estado en un concierto tan largo, 2 horas 45 minutos era el máximo, pero en éste fueron 3 horas justas sin pausa ni descanso, para que luego digan tonterías de la edad... vamos, más en forma y más pletóricos no pueden estar.
El concierto estuvo plagado de momentos memorables, de canciones especiales (todas lo son pero, evidentemente, unas más que otras), de pequeños gestos que se me quedarán grabados de por vida (hubo miradas y algo más, aaayyy, tenía que decirlo o reviento) y de un largo etcétera que de mencionarlo haría interminable este post, y tampoco os quiero aburrir.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, así que, os dejo con unas cuantas fotos del concierto que reflejan fielmente todo lo que os he contado.
Y qué más puedo decir? Que otra vez les doy las gracias como banda, y a Jon Bon Jovi como líder, por hacer que mi vida sea un poquito mejor, porque cada vez que les veo en directo me siento la persona más afortunada del planeta. Gracias!!!!
Gracias también a Salud y a Espe por la inmejorable compañía. Nos vemos en el próximo concierto chicas!!
6 comentarios:
Las que ya tenmos unos años recordamos bien a Bon Jovi, de echo teniamos las carpetas con sus fotos.
Te invito a que veas mi nuevo blog, puede ser interesante.
http://trabajoartesano.blogspot.com
que bien cierto es eso TRABAJO ARTESANO , yo lo tenia todo plagaico sobre todo de fotos de Richie Sambora , como me habria gustado estar en ese concierto Mar tuvo que ser la leche , hará unos muchos años jajajaj que los vi yo en Pamplona y fue tremendo
Ay niña, volver a recordar el concierto leyéndote ha sido maravilloso. Gracias por hacerme vivir tan intensamente esto que tan locas nos vuelve. Un beso enorme so guar...jeje
Ay, aquellos tiempos estudiantiles.. yo también llevaba la carpeta forrada de fotos :)
Sí nekane,el concierto fue la leche, por decir algo, ya sabes que me quedo corta por muchas flores que le eche.
Salud hija, y los que todavía nos quedan por vivirrrrrr!!!!!!!!!
Leyendo vuestros comentarios, no me he podido resistir a comentar que yo también estuve en el concierto y si la verdad es que fué buenísimo. Como me hubiese gustado estar tan cerca como vosotras, yo lo ví un poco más atrás.Pero bueno disfruté como una enana. Un besote y hasta el próximo concierto...
Leyendo vuestros comentarios, no me he podido resistir a comentar que yo también estuve en el concierto y si la verdad es que fué buenísimo. Como me hubiese gustado estar tan cerca como vosotras, yo lo ví un poco más atrás.Pero bueno disfruté como una enana. Un besote y hasta el próximo concierto...
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