Downtown, Baltimore
Queréis leer un fragmento de "Después de la lluvia", mi nueva novela? Para que la espera hasta la publicación sea un poco más llevadera (sobre todo hablo por mí, que tengo una impaciencia que no os podéis imaginar) os regalo un pequeño fragmento que no despeja ninguna duda sobre el argumento, jajaja, pero espero que os guste y os abra el apetito por leerla :)
Aquí lo tenéis (ah, ellos son Amy y Zack):
—Ya
sabes lo que opino sobre eso aunque, por supuesto, no es asunto mío —le
dijo—. Supongo que dispones del dinero para comprar mi parte.
Amy se mordió el interior de la mejilla y, a continuación, movió lentamente la cabeza.
—Todavía no, pero lo reuniré.
Su respuesta no fue muy esperanzadora para Zack.
—Estamos hablando de mucho dinero. No sé exactamente cuál es el valor
de local, pero teniendo en cuenta que el terreno en Baltimore es caro,
no creo que lo tasen por debajo de los cien mil dólares —la informó.
—Está dentro de los cálculos que me había hecho. Lo único que necesito es que me des algo de tiempo.
—¿Cuánto tiempo necesitas? —preguntó con cautela, como si hubiera captado que estaba sin blanca.
—Pues… supongo que un año sería suficiente.
Poco a poco, las comisuras de los labios de Zack se fueron elevando
hasta mostrarle una amplia sonrisa que derivó en una carcajada tan ronca
que habría podido acabar con la autoestima de cualquiera.
—¿Un año? ¿Al paso que se desvalúa el precio del suelo? —Cabeceó—. Te estás quedando conmigo.
—La mayoría de los negocios no empiezan a generar beneficios hasta que transcurre ese periodo de tiempo.
—¿Y si no los genera?
—Confío en que saldrá adelante.
—No soy un experto economista, pero a menos que fuera un bombazo y que
toda la población de esta ciudad acudiera a que les enseñaras a bailar
el tango, seguirías sin contar con el dinero. Si de verdad quieres el
local, pide un préstamo al banco.
—Lo haría pero… este año no he
publicado ninguna novela y, sin un ingreso que me respalde, mucho me
temo que ningún banco me concederá un crédito. —No podía desinflarse
ahora, tenía que demostrar que estaba convencida de lo que decía—. Te lo
pagaría con intereses, tú fijarías la cantidad.
—Me da la impresión
de que te has creído que soy el banco central de Baltimore o el jodido
Santa Claus. Pero no soy ni una cosa ni la otra. Ni presto dinero a la
gente así como así, ni tampoco me encargo de que sus sueños se vean
cumplidos.
4 comentarios:
Que buena pinta!!!!!
Dieeentes largos!! Dientes laaargos!!
¿Sigo? jajaja
jo, aunque me da a mi que hasta después del verano o más no vamos a poder leerlo :(
Las cosas llevan su tiempo y jo, bueno así me centro en los exámenes de septiembre....:((((
Jo, que dramática soy a veces jajajaja
jajaja, chicas, me encanta que os haya intrigado :)
Ya queda menos para leerla!!
Besos.
Que ganaaas!
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