Me encanta cuando me encuentro con alguna lectora que ha descubierto mis primeras novelas años después de que salieran publicadas. Y me encanta porque eso significa que las historias que contamos siguen vivas a través de los años, y que siguen emocionando y gustando al igual que lo hicieron en su momento. Esta es una de las muchísimas razones por las que la profesión de escritor es maravillosa, así que me he emocionado al encontrar esta opinión tan bonita sobre Bajo el cielo de Montana y Senderos, en el blog La sonrisa del gato de Alicia, con el añadido de que proviene de Argentina :)
Me he encontrado con una escritora joven con
muy buenas novelas románticas contemporáneas. Tiene un estilo narrativo propio,
ameno, descriptivo, de esos que nos hacen deslizarnos por la trama con absoluto
placer. Las tramas de estas dos novelas son muy sólidas, muy bien construidas,
con una tensión narrativa constante, desnudando de a poco los conflictos, las
complicaciones, con toques de suspenso muy interesantes y una cuota de magia que
siempre disfruto en las novelas.
Los personajes que nos regala tienen una
identidad definida, fuertes rasgos propios, los vemos evolucionar ante nosotros,
algunos de una madurez y una franqueza entrañables, son honestos emocionalmente.
En ambas novelas los secundarios son de lujo, no rellenan sino que dan un marco
más que adecuado a la trama principal y nos dejan con ganas de conocer sus
historias.
He sentido estas dos novelas como
"redondas," las disfruté mucho y sin duda seguiré leyendo a esta autora, a quien
en Argentina, sólo podemos leer en digital pues no la editan en papel, salvo que
la encontremos en alguna Feria del Libro en Bs As.
La escritura de Mar Carrión es un placer que
recomiendo...
Si queréis leer la reseña completa os paso el enlace al blog.
2 comentarios:
¡Qué palabras más ciertas! Y qué recuerdos traen a la mente los títulos de esas maravillosas novelas. Un beso.
Sí, parece que fue ayer cuando escríbiamos nuestra primera novela seria y fíjate todo el tiempo que ha pasado ya. Ains, qué momentos :)
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